

Laos, Sin Prisas
That Luang, templo en Vientiane.
Una perfecta definición geográfica de Laos es que es más largo que un día sin pan, y consecuentemente
los viajes en autobús también lo son.
Tampoco ayudan precisamente las carreteras en Laos.
De Paske a Vientiane, la capital del país, hay 700 kilómetros por la ruta 13 (con ese número los
supersticiosos deberían abstenerse), y un autobús suele tardar unas 15 horas.
Buda en metal.
No es porque la velocidad media sea baja
(ojalá, porque los animales están cruzándo continuamente la
carretera),
carretera),
sino porque las paradas son eternas, para subir mercancías al techo, para comer, para
charlar con otros conductores, etcétera.
charlar con otros conductores, etcétera.
La primera vez tomas un camión, donde vas apretujado como en una lata de sardinas; luego cambias por
bus local, que no tiene aire acondicionado, y tardas lo mismo pero al menos tienes un asiento para tí;
decides darte un lujo y compras un billete en bus VIP, y descubres que tarda lo mismo, eso sí, con
A/C.
Finalmente te decides por un mini-bus, que esos al menos no hacen paradas intermedias e interminables.
Vientiane será la capital de Laos, pero tiene una falta de glamour total.
Se nota que durante la época
soviética un 20% de su población llegó a ser rusa y dejaron su impronta en la arquitectura megalómana
e impersonal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario