viernes, 14 de marzo de 2008

VOLCANES Y HOMBRES

PESCANDO PARA LA CENA
EN EL LAGO

EN EL BORDE DEL CRATER


PARTI EL PORTEADOR



EL BABY VOLCAN DESDE EL CRATER




LAS ISLAS GILIS DESDE EL PRIMER CAMPAMENTO





ENTRADA AL PARQUE NACIONAL RINJANI DESDE SENARU






AMANECER DESDE EL HOTEL PONDOK INDAH EN SENARU




De Volcanes y Hombres

Amanecer desde el hotel Pondok Indah en Senaru.
La isla de Lombok, como casi toda Indonesia, tiene un corazón volcánico, y en el caso particular del volcán Rinjani, al norte de Lombok, ese corazón alberga una joya de color esmeralda, un inmenso lago que ocupa el cráter del volcán, con una superficie de 1.100 ha, más o menos 2.000 campos de fútbol.

El Rinjani es la montaña sagrada de Lombok, y proporciona el 70% del agua potable de la isla; el ascenso a la cima de 3.726 metros trae el regalo añadido de ver todo Lombok, y las islas de Bali, al oeste, y Sumbawa al este, siempre que el amanecer sea claro, que lo suele ser.

Entrada al Parque Nacional Rinjani desde Senaru.
Aunque es un volcán tranquilo, aún da muestras ocasionales de malhumor, y lo prueba el pequeño volcán que hay en el lago, siempre humeando, y que en 2005 dio un espectáculo de fuegos artificiales, del que ha quedado la huella en su ladera.

Se puede comenzar el trekking desde Senaru o Sembalun Lawang; en este último caso sólo es recomendable para los que quieren hacer la cumbre y regresar por el mismo camino, ya que se puede hacer en 2 días, aunque es durísimo, pero mi consejo es hacerlo desde Senaru en 3 ó 4 días, ya que la subida es más gradual y las vistas espectaculares.

Las islas Gilis desde el primer campamento
Todos los sudores y esfuerzos se olvidan cuando llegas a la cumbre, que es literalmente como subir una duna de arena volcánica de 1.000 metros, pero, si la noche es clara y con luna llena, el ascenso es mágico con la luz blanca perfilando la montaña.
Pero vayamos paso a paso, como la ascensión.

La mejor época para escalarlo es la seca, entre Mayo y Agosto, y durante varios meses de la época de lluvias no se hace el trekking porque los ríos van muy crecidos y en varios de ellos no hay puentes.

El baby volcán desde el cráter
En Abril, mes de transición, suele llover por la tarde, pero como ya estás acampado, no hay problema, y los amaneceres son frescos y cristalinos
.
Senaru es un pequeño pueblo a 600 metros de altitud, donde termina la carretera y comienza el sendero, y su economía, además del arroz y la agricultura, depende principalmente del turismo cultural y del trekking al Rinjani.

Parti, el porteador
En la carretera se suceden decenas de agencias, hostales, tiendas y restaurantes, todo en uno, que te organizan el trekking rápidamente.

Aunque no es obligatorio subir con guía o porteadores, yo diría que es más que aconsejable, porque el sendero es muy duro y peligroso, y tienes que llevar la comida y bebida para todo el camino.

En la primera parte, de jungla, es fácil perderse porque hay multitud de senderos.

En el resto hay muchas zonas donde si te caes pueden no encontrarte nunca, o tardar meses como le pasó a un alemán que iba sólo, al que encontraron despeñado después de buscarlo intensivamente con 50 perros y porteadores porque los padres pagaban lo que fuera por recuperar su cuerpo, que si no seguiría allí.

En el borde del cráter
Después de una corta investigación en Internet y con otros viajeros, me quedó claro que la compañía con más experiencia y profesionalidad de Senaru era John's Adventures, que lleva subiendo gente a la cumbre desde 1982.

Hay pequeños refugios cada 2/3 horas de caminata, donde se puede preparar la comida o un café caliente para continuar la subida, e incluso, si la lluvia arrecia, montar la tienda dentro, como hicimos nosotros la primera noche.

En el lago Después de las 2 primeras horas de caminata, el paisaje comienza a cambiar, la jungla ralea y el bosque alpino se hace presente.

La subida es gradual pero contínua, y si el tiempo está bien, puedes acampar al borde mismo del cráter a 2.600 metros, con el lago 600 metros más abajo.

Como llovía y el viento arreciaba, preferimos acampar un poco antes del cráter, en el refugio.

Pescando para la cena
El atardecer y el amanecer nos regalaron una paleta de colores muy amplia, con el Gunung Agung de Bali asomando sus 3.100 metros por encima de las nubes.

Aunque el viento fue intenso toda la noche yo dormí como un bebé, y a pesar de que insistí al guía y porteador para que compartieramos la tienda, tenía para mi sólo una tienda de 4 personas.


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