lunes, 10 de marzo de 2008

TEMPLOS GIRNAR









Templos Jainistas de Junagadh y Palitana en Jugarat

Panorámica templos Girnar.
Una de las cosas que más me fascina de la India es la manera que tienen de integrar diferentes cultos y religiones, sin que nadie se tire de los pelos y clame al cielo
(nunca mejor dicho).

Este comentario lo hago porque en los meses que llevo recorriendo este país he visitado unos cuantos templos ya, y por ahora los que más me han impactado han sido los jainistas,
concretamente los cercanos a las ciudades de
Junagadh (Girnar) y
Palitana (Shetrunjaya), en el estado de Gujarat.

Cúpula y torre
En Girnar se mezclan los templos hinduistas en la subida a la colina con las concentraciones de templos jainistas, mucho más grandes y espectaculares, a mitad de camino de la cima.

Se cree que la religión jainista es la que tiene la cosmogonía y creencias más elaboradas, atestadas de nombres, categorías, clases, jerarquías, grados, órdenes, etc.

Es una religión panteísta; el mundo es eterno y carece de principio.
No existe una divinidad personal, y todas las posibles divinidades
—las almas de los perfectos arhat (divinidades humanas), por ejemplo—
se agrupan en una Unidad (el Todo o Absoluto).

Intrincado tallado en piedra
Es una religión pananimista; toda realidad es vida.
Para el jainismo el universo es una totalidad viviente; todo ser posee un alma, más o menos compleja.
Desde la tierra o el viento, a los insectos o los mamíferos, todos los seres reflejan el universo y son dignos de respeto.

El mayor pecado para el jainismo es causar daño a un ser vivo, aunque también hay que evitar dañar a la tierra o a las almas del agua o del aire.

Detalle tallado en piedra
En coherencia con lo anterior, los jainistas practican la no violencia, el ayuno y la mortificación del propio cuerpo.
A través de estas actividades esperan descargar su alma del peso de la materia kármica y evitar posteriores reencarnaciones.

La religión jainista presenta una perspectiva igualitaria de las almas, sin importar las diferencias en las forma física:
humanos,
animales, y
organismos vivientes microscópicos.

Nunca consumen carne, e incluso las frutas con semillas están vedadas para ellos, ya que contienen vida.

Los humanos son los únicos poseedores de los seis sentidos:
vista,
oído,
gusto,
olfato,
tacto y
pensamiento;
por lo tanto de los humanos se espera que actúen con responsabilidad hacia toda la vida siendo compasivos, sin egoísmo, sin miedo, racionales y misericordiosos.

Los jainistas suelen colocar sus templos en colinas, y es sorprendente ver cómo han podido construir grandes complejos de templos en lugares donde el único acceso es a pie.

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