viernes, 14 de marzo de 2008

EL TAJ MAHAL UNA LAGRIMA EN LA MEJILLA DEL TIEMPO

VISTA GENERAL DEL TAJ MAHAL Y LA MEZQUITA
LA MEZQUITA

DETALLE DE LA AGUJA DE LA CUPULA


DETALLE DEL BALCON DEL MINARATE



PANTALLA EN MARMOL LABRADO


Pantalla en marmol lábrado
Los textos creados por el calígrafo persa de la corte mogol Amanat Khan, que dejó su firma en varios paneles, son muy floridos y casi ilegibles.

Las letras están incrustadas en cuarzo opaco sobre los paneles de mármol blanco.
Algunos de los trabajos son extremadamente detallados y delicados.

La técnica de incrustación sobre el mármol presenta tal perfección que las juntas entre las piedras y gemas incrustadas apenas se distinguen con una lupa.

Una flor, de apenas siete centímetros cuadrados, tiene 60 incrustaciones o taraceas diferentes, que ofrecen al tacto una superficie tersa.

Las paredes bajas de la tumba muestran zócalos de mármol con bajorrelieves de flores y vides, que han sido pulidos para resaltar el exquisito trabajo.

Los arcos han sido decorados con incrustaciones de piedras semipreciosas formando dibujos muy estilizados de flores, frutos y vides.

Las piedras incrustadas son mármol amarillo, jade y cuarzo de colores.

El principal material empleado para la construcción es un mármol blanco traído en carretas tiradas por bueyes, búfalos, elefantes y camellos desde las canteras de Makrana, en Rajastán, situadas a más de 300 km de distancia.

Detalle del balcón del minarete
El segundo material más utilizado es la piedra arenisca roja, empleado para la construcción de la mayoría de los palacios y fuertes musulmanes anteriores a Sha Jahan.

Este material se utilizó en combinación con el mármol negro en las murallas, el acceso principal, la mezquita y el Jawab.

Además el Taj Mahal incluye materiales traídos de toda Asia.
Se emplearon más de 1.000 elefantes para transportar materiales de construcción desde los confines del continente.
El jaspe se trajo del Punjab, y el cristal y el jade desde China.

La aguja de la cúpula
Desde el Tíbet se trajeron turquesas y desde Afganistán el lapislázuli, mientras que los zafiros provenían de Ceilán y la carnelia de Arabia.
En total se utilizaron 28 tipos de gemas y piedras semipreciosas para hacer las inscrustaciones en el mármol.

El coste total del Taj Mahal se estima en cincuenta millones de rupias.
En aquel tiempo, un gramo de oro valía aproximadamente 1,40 rupias, de manera que según la valoración actual, la suma rondaría los 400 millones de euros.

El Taj Mahal ha inspirado a miles de artistas y poetas; yo destacaría las frases de dos premios nobel de literatura, nacidos en la India, pero totalmente contrapuestos en estilo e idiología.

Rudyard Kipling escribió: "El Taj Mahal parece la encarnación de todas las cosas puras, de todas las cosas santas y de todas las cosas infelices.
Este es el misterio del edificio", y Rabindranath Tagore fue sin duda más poético al definir el Taj Mahal como: "Una lágrima en la mejilla del tiempo".

Yo me quedo con esta última como mi favorita.

La mezquita
Aunque la entrada al Taj es carísima para los extranjeros, 750 rupias o unos 13€, no conozco a nadie que se haya arrepentido de pagar el precio, pero es muy importante estar a las 6 a.m. en las puertas para poder entrar de los primeros y conseguir la foto "limpia" de gente, que yo de nuevo pude hacer como podeis observar en las imágenes del diario
(prometo que no he usado el Photoshop).

Aconsejo tomarse con mucha calma la visita y observar la veneración con que los indios visitan su monumento más famoso; seguramente algún indio te pedirá hacer una foto, tú pensarás que quiere que le hagas una foto con su familia y su cámara, pero en realidad lo que quieren es que tú estés en la foto con ellos, les gusta "presumir" de amigos extranjeros.

Para redondear el día, cuando regresaba al hostal, vi que un tumulto se acercaba por la estrecha calle, y enseguida reconocí que era una boda hindú, ya que me había encontrado con otras en Jaisalmer y Jodhpur.
La diferencia es que esta era nocturna, lo que resaltaba más el toque kitch del asunto, porque la gente portaba en la cabeza enormes lámparas conectadas a un generador, y la carroza del novio tenía un display luminoso que eclipsaba a los de publicidad en las calles.

Vista general del Taj y de la mezquita
Las procesiones de boda consisten en que pasean al novio, que va vestido y maquillado lujosamente, por las calles de las ciudad, con los amigos y familiares bailando con música a veces en vivo y a veces enlatada, regalando golosionas a los viandantes, e inexplicablemente borrachos, ya que el alcohol nunca se ve públicamente en una ceremonia hindú.

El destino final de la procesión es la casa de la novia, para realizar finalmente la boda, así que este desfile se puede asimilar a una despedida de soltero.

El 7-7-07 el Taj Mahal fue nombrado una de las nuevas 7 maravillas de la humanidad, en un evento celebrado en Lisboa por una fundación privada propiedad de un multimillonario suizo, New7Wonders, que organizó una gran campaña mediática a nivel mundial.


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