sábado, 15 de marzo de 2008

VOLCANES Y HOMBRES

MI ULTIMA VISION DEL RINJANI
MAPA DEL TREKKING AL RINJANI

TERRAZAS DE ARROZ


TERRAZAS DE ARROZ



PUEBLO TIPICO DE SENARU

Pueblo típico de Senaru
El humo del volcán bebé nos avisaba de que mejor no estuviéramos mucho rato cerca, y en unos 90 minutos bajamos lo que habíamos subido en 3 horas.

Había flores de edelweiss y otros pequeños arbustos que resistían heróicamente la aridez de la zona, y sus colores contrastaban enormemente con la arena negra, que con el calor del sol se desmenuzaba bajo nuestros pies como terrones de azúcar en el café.
El desayuno que nos esperaba en el campamento era pantagruélico, y pregunté si era el premio por llegar y bajar primeros de la cima, pero me dijeron que era tradición darse un buen banquete después de bajar, más que nada porque todavía nos quedaban casi 7 horas de descenso.

Desayunamos, y antes de que los músculos se enfriaran y empezaran a quejarse del exceso de trabajo, continuamos el descenso, mucho más peligroso en esta parte, porque el cansancio empezaba a hacer mella y la caída no sería en blando.

Terrazas de arroz
Casi al final de la bajada resbalé, y me quedé en una posición que me recordó mucho, demasiado, a la que tuve cuando rompí los ligamentos de la rodilla esquiando, y el dolor fue parecido, pero por suerte fue sólo un susto, y pude continuar, eso sí, con mucha más precaución, recordando que la mayoría de accidentes en montaña ocurren en la bajada.

Las 4 últimas horas fueron muy diferentes, ya que las bajadas eran muy suaves y cruzamos varios valles muy anchos en los que la hierba nos llegaba hasta el pecho y por momentos parecía que nos iba a tragar.

Mapa del trekking al Rinjani
Con las fuerzas ya muy escasas, avistamos a lo lejos un pueblo, y cuando le pregunté a Machi si faltaban unos 20 minutos, me dijo que al menos una hora.

Las distancias en montaña son muy engañosas, y aunque mi cerebro me decía que 20 minutos, se tuvo que rendir a la evidencia de las piernas, y una hora más tarde estábamos en la carretera de Sembalun Lawang.

Con dificultad subimos a un bemo para que nos llevara de vuelta a Senaru, y 45 minutos después, por una carretera digna de un Camel Trophy, llegamos al Pondok Indah Hotel, donde está el cuartel general de John's Adventures, y lo primero que hice fue pedir una cerveza helada y gigante, Bintang, la más popular en Indonesia, dos tercios de litro que me bebí de un trago.

Una vez remojado por dentro me fui a dar una ducha, que después de cuatro días de trekking también me supo a gloria, no sin echar antes un último vistazo a la cumbre del Rinjani, ahora coronada de nubes.

Mi última visión del Rinjani
La experiencia había sido dura y enriquecedora, y una cura de humildad cuando uno cree que está mal y ve que un porteador, cargado con 35 kilos en 2 canastos colgados de una caña de bambú sobre su hombro y bajando en chancletas los roquedales, va feliz y contento porque los ingresos de guías y porteadores son mucho mejores que los de los agricultores.

Está claro que no puedes quejarte de tus miserias.
Hasta vi gente caminando descalza por las cortantes rocas sin inmutarse

Para los que no seais senderistas habituales, hay varias interesantes caminatas por los alrededores de Senaru, con 3 hermosas cascadas, terrazas de arroz, y varios pueblos donde se puede apreciar lo básica que es la vida en las montañas de Indonesia.



No hay comentarios: