ATARDECER EN PONDICHERRY
BANDA MILITAR
ESTATUA DE GHANDI EN PONDICHERRY
El malecón
El núcleo urbano se encuentra rodeado por un Cinturón Verde de bosques con más de dos millones de árboles plantados por sus pioneros, huertos y jardines, que sirve de espacio recreativo y para actividades deportivas al aire libre.
Tras la desaparición de Sri Aurobindo en 1950, La Madre continuó el trabajo yóguico emprendido por éste, y sus enseñanzas fueron impartidas principalmente en forma oral, recopiladas en diversos volúmenes bajo los títulos de Conversaciones y La Agenda.
De su obra escrita cabe destacar Plegarias y Meditaciones.
Hoy Pondicherry tiene un millón de habitantes.
Estatua de Ghandi
La ciudad está protegida del mar por un rompeolas de 3 km m de largo, construido por los franceses en 1735, que protegió a la ciudad del tsunami del 2004.
Al amanecer y atardecer el rompeolas está lleno de gente realizando las actividades más variadas, desde practicar yoga hasta hacer footing, pasando por el deporte nacional, comer en la calle.
En el malecón hay una enorme estatua de Ghandi, y en la esplanada a su alrededor las bandas militares suelen amenizar las veladas al atardecer.
En la zona de los palacetes estilo francés, con recargadas rejas negras y doradas, hay un templo hindú donde un elefante sagrado te bendice con la trompa por el módico precio de una rupia que toma delicadamente de tu mano con su apéndice nasal.
Pasé una semana en Pondicherry, desayunando buen café con croissant o una baguette de pan crujiente, lo que demuestra lo viva que está la cultura francesa, visitando librerias internacionales y viendo exposiciones y películas en la Alliance Française.
Banda militar
Lo único que me decepcionó de Pondicherry fue el Jardin Botanique o Jardin Botánico, creado en la época de la colonización francesa, que parece que no ha sido arreglado desde entonces.
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Atardecer en Pondicherry
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