sábado, 1 de marzo de 2008

CHENGDE


Chengde.

Entrada

Los palacios, que ocupan un área de 100.000 m2, son 4:

El Palacio Principal,

el Estudio de la Garza,

el Wanhe Songfeng

y el Palacio del Este.


Los jardines se dividen en 3 áreas:

El Lago,

el Llano

y las Montañas,

con innumerables senderos para perderse entre ellos y por donde abundan los ciervos, las ardillas, y algunos senderos suben a colinas con templetes en sus cumbres, desde donde puedes entrever la inabarcabilidad de la zona.

Chengde.

Orquídea

Hay jardines de orquídeas, rosales y otras flores que no conozco, además de espléndidos jardines de bonsais.

Me quedó por visitar el conjunto de ocho templos exteriores, construidos entre 1713, reinado Kangxi y 1780, reinado Qianlong, nombrados también Patrimonio de la Humanidad.

De estilo han, la etnia mayoritaria en China, estos templos también reflejan lo mejor de la arquitectura mongol, tibetana y uigur.


Chengde.

Barcas en el lago

En el Salón Bodhisattva del Templo Puning hay una estatua de esta diosa con 1.000 brazos y 1.000 ojos, de 22,33 metros de altura y 110 toneladas, la más grande y alta del mundo en madera.

El Templo de la Secta Putuo es una copia a menor escala del Palacio Potala de Lhasa, la capital del Tíbet, y es conocido como el Palacio Potala Menor.

Chengde.

Venado

Regresando a Beijing, a veces "los árboles no nos dejan ver el bosque", y mucha gente visita monumentos, palacios y museos, y deja de lado los preciosos y enormes parques de la ciudad, en los que hay que pagar la "exorbitante" cantidad de 20 céntimos de euro por entrar.

Yo visité los de Taoranting y Beiahi.


Otra recomendación es que no se puede uno ir de China sin ver un teatro acrobático, donde, aparte de los sempiternos platos chinos, ves a niños y no tan niños hacer contorsiones y acrobacias imposibles, con un vestuario, decorados e iluminación bastante kitchs, que todavía lo hacen más encantador.






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