jueves, 28 de febrero de 2008

HISTORIA DE FILIPINAS


El movimiento propagandístico

Cuando fue restaurado al trono el monarca español, Rafael de Izquierdo fue nombrado gobernador general de Filipinas para reemplazar a de la Torre.

Izquierdo suprimió las reformas liberales iniciadas por su predecesor y ordenó la detención y deportación de muchos reformistas filipinos.

Algunos se fueron voluntariamente a otros países para evitar el arresto.
En 1872, los soldados filipinos en las fuerzas españolas fomentaron un motín en la provincia de Cavite.

Aunque era una protesta contra las condiciones laborales injustas en los astilleros de Cavite, se utilizó el motín como pretexto para eliminar a los líderes liberales.

La sublevación fracasada de Cavite condujo a la detención de muchos liberales prominentes que se habían quedado en el país

. Entre ellos estaban tres sacerdotes mártires:

Mariano Gómez,
José Burgos y
Jacinto Zamora,

que habían protestado contra el traslado de parroquias seglares bajo sacerdotes filipinos a los frailes españoles.

El proceso de GOMBURZA

( el nombre colectivo que los historiadores filipinos han puesto a los tres sacerdotes ) se plasmó en una condena para los tres por haber sido los autores del motín de Cavite. Fueron ejecutados el 17 de febrero de 1872.

Muchos reformistas inmediatamente huyeron de Filipinas después de la ejecución pero el martirio de los sacerdotes infundió la inspiración a los primeros para que continuaran su cruzada en ultramar.

Llamando la atención a las condiciones en Filipinas

La mayoría de los reformistas, que pertenecían a la clase media o las familias acomodadas, intentaban llamar la atención de la corona y otras autoridades españolas sobre el desamparo de los filipinos a través de sus escritos y discursos difundidos en las ciudades de España y otras colonias españolas.

Estos escritos y discursos, de 1880 a 1895, eran el resultado de un fenómeno que sería denominado el movimiento propagandístico.

Estos documentos contribuían de manera muy importante a la unidad de los filipinos tanto en

Filipinas como en el extranjero.

Reformas propuestas

Los propagandistas se aliaban con los masones, intelectuales, políticos liberales y otros españoles que se hacían solidarios de Filipinas.

Los propagandistas creían que Filipinas debería convertirse en una provincia de España y los filipinos deberían tener los mismos privilegios de los súbditos españoles.

Algunas de sus propuestas específicas eran:

la asignación de un escaño en las Cortes Españolas a los filipinos para que pudieran tomar parte en la elaboración y la aprobación de leyes que beneficiaran a Filipinas en calidad de provincia española;

la eliminación de los abusos cometidos por los frailes y funcionarios del Estado, inclusive las deportaciones arbitrarias de los filipinos;

y el fin de las intromisiones del clero español en los asuntos del Estado.

Reclamaban las libertades sociales y políticas tales como la libertad de la prensa, de expresión y de asamblea así como abogaban por la promoción de la enseñanza superior para los filipinos.


La primera parte del movimiento propagandístico en España se limitaba a los artículos en la prensa y el intento de ejercer presiones políticas en Madrid con la organización del efímero Circulo Hispano-Filipino y la publicación de la Revista del Circulo Hispano-Filipino en 1882.


En diciembre de 1888, Graciano Lopez Jaena fundó el diario La Solidaridad en Barcelona.

Facilitaba el foro necesario para articular los agravios y despertar el sentido del nacionalismo y el patriotismo filipino.

El primer número fue publicado el 5 de febrero de 1889, siendo Lopez Jaena el redactor.

La oficina de redacción del periódico se trasladó posteriormente a Madrid y Marcelo del Pilar fue el redactor desde noviembre de 1889 hasta que se publicara su último número el 15 de noviembre de 1895.

El Dr. José Rizal, el héroe nacional, y otros patriotas escribían para el diario.


Ejerciendo presiones


En 1889, los reformistas en España y sus aliados españoles decidieron formar la Asociación Hispano-Filipino.

Podía ejercer presiones para la aprobación de leyes que podían haber beneficiado a los filipinos.

Presentó una petición, firmada por las autoridades de 52 pueblos españoles, solicitando la representación parlamentaria de los filipinos en las Cortes.

La Ley Maura de 1893 que disponía la enseñanza obligatoria del castellano a los filipinos y otras leyes que pusieron en marcha la reforma del poder judicial eran fruto los esfuerzos de la Asociación.

Desafortunadamente, el gobierno colonial en Filipinas no podía cumplir estas leyes por falta de fondos.


La Liga Filipina


A su regreso a Manila en 1892, Rizal lanzó la Liga Filipina, una organización cívica que continuaría las actividades del movimiento propagandístico en Manila

. Se preveía unir a todo el archipiélago en la defensa de los filipinos contra todo tipo de opresión e injusticia, la introducción de reformas políticas así como la promoción de la industria, la agricultura y los negocios a favor de los filipinos.


El Dr. José Rizal


En España, el Dr. José Rizal era uno de los principales motores del movimiento propagandístico.

A través de sus artículos en La Solidaridad y dos novelas,

“Noli Me Tangere” ( No me Toques ) y “El Filibusterismo” ( El Subversivo ) que fueron publicadas en 1887 y 1891 respectivamente, Rizal exponía los abusos de algunos miembros del gobierno colonial así como del clero español y abogaba por la justicia social y las reformas políticas.

Crítica tanto de los españoles como de los filipinos


El “Noli Me Tangere” era una representación astuta de las condiciones sociales y políticas en Filipinas durante el periodo colonial hispano. Mientras era definitivamente una condena del dominio colonial de España sobre las islas, plagado de la corrupción y los excesos de algunos frailes y funcionarios del Estado, era a la vez una crítica de la apatía de sus compatriotas frente a los abusos descarados.

Rizal abordaba profundamente estos problemas nacionales que, para él, eran como un cancer social.

En “El Filibusterismo,” exploraba los temas de la reforma y la revolución como posibles soluciones de los problemas del país.

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