lunes, 3 de marzo de 2008

TEMPLO DE TAILANDIA


Templo
En los 90 sus padres regresaron a Galicia para disfrutar de una merecida jubilación, pero en cada visita Antonio se daba cuenta de que no pertenecía a ninguno de los países y se sentía desubicado en ambos.

Unas vacaciones en Tailandia fueron la respuesta a su problema.

En Chiang Mai encontró un lugar con montañas, bosques y verdor durante los 365 días del año, pero sin el frío humedo de Galicia que te congela hasta el alma.

En Chiang Mai vio que los servicios, sin ser tan perfectos como en Alemania, eran buenos, con aeropuerto internacional, cientos de restaurantes y hoteles, y una colonia de extranjeros bastante amplia.

No hay comentarios: