miércoles, 5 de marzo de 2008






Khao San Road.
No he visto un ambiente más artificial en mi vida, si exceptúo el que producían los fruteros de frutas de cera que tenían en las mesas de comedor de algunas casas.

Provocación.
En el aeropuerto de Bangkok, Suvarnabhumi; me cruzo con una familia cuya hija de unos 18 años lleva un niki con una gran leyenda en su poderoso busto:
“No sex, please”
. Creo que hay grupos cristianos en USA que promueven la continencia sexual entre los jóvenes.
Quizás esta jovencita sea de uno de esos grupos.
Pero para mí el eslogan era una provocación.

Recuerdo de mis años adolescentes la lectura de “Susana y los viejos”.
Era realmente sensual, tanto que en una iglesia de paúles a la que iba a misa, cuando tocaba esa lectura no la leían en voz alta como hacían todos los días con el resto.
A lo mejor ya lo he contado en otra ocasión pero es algo que realmente me chocó y recuerdo. Claro que el Antiguo Testamento está lleno de furia, sexo, muerte y amor y hechos prodigiosos relacionados con todo esto.
Como la vida misma.
Quizás no en la vida que llevas en una unidad de diálisis pero sí en la que llevaban pueblos nómadas que iban moviéndose por el Oriente próximo y medio.

Mosquitos.
Se ha vuelto a cumplir la teoría que expuse en otro viaje: si estoy al lado de una señora los mosquitos siempre la prefieren a ella.
Como iba con Marisa no tenía ningún problema.
El problema lo tenía ella.
En los viajes en que voy solo busco la cercanía de una señora a la que yo picaría si fuese mosquito.
La “cercanía”
quiere decir una mesa “cercana” en un restaurante o una fila detrás o delante en un transporte público. No más.

Rangún.
Es una ciudad diferente de todas las que he visitado en Asia.
Sólo encuentro una explicación: la prohibición de tocar el claxon y de circular motos, bicicletas, motocarros y vehículos de tracción animal.
Eso y el diseño cuadrado que le dieron los británicos.
Y por un poco podría ser también una de las ciudades más limpias y por la que mejor podrían ir los peatones.
Sólo con que los montones de basura que se forman por la recogida callejera los llevasen a un vertedero directamente y no a un solar de cualquier calle y con que cerrasen todos los desagües que hay debajo de las aceras sería estupendo.
Y además es que la infraestructura de todas esas alcantarillas ya está hecha, solo que a trechos está levantada o rota.
Y que los coches no aparcasen encima de las grandes aceras que tiene esta ciudad. En esto, como en otras cosas, me recuerda a la India:
el diseño británico de las calles, rectas, con grandes aceras es perfecto.
Luego la invasión del aparcamiento por los coches y por los puestos callejeros hace que sea imposible circular por allí y que tengas que transitar por la calzada.
Por muy poco podría transformarse en la ciudad ideal del sudeste asiático
.
Thanakha
.El primer día te parece una excentricidad, el segundo algo exótico y luego lo consideras lo más normal del mundo: todas las mujeres llevan los pómulos decorados con una pasta amarilla que procede de un árbol, el thanakha.
Los niños suelen llevar toda la cara embadurnada. Los hombres, nunca.

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